Los Estados Unidos de América y México comparten una extensa frontera de más de tres mil kilómetros, con el mayor flujo de personas y bienes en el mundo. La inmigración, así como el intercambio de productos y  servicios, las relaciones comerciales, culturales y turísticas han llevado a estas dos sociedades  a complementarse cada día a pesar de sus diferencias. Nuestro negocio tiene como objetivo resolver el problema del acceso limitado a los servicios legales para los inmigrantes mexicanos que residen en el área de San Diego, California y no hablan inglés con fluidez. Nuestro mercado objetivo son las personas que necesitan soluciones legales en México, pero no pueden atenderlas porque residen en los Estados Unidos.  Nuestra propuesta de valor es única por ser abogados con licencia para ejercer la profesión en México, con fluidez en español e inglés y familiarizados con las leyes mexicanas.